“Una persona, al descubrir que es amada por ser como es, y no por lo que pretende ser, sentirá que merece respeto y amor" .
Carl Rogers
En la vida se presentan situaciones o momentos inesperados, que nos “rompen los esquemas”, por la forma en la que irrumpen en nuestro día a día, y por los numerosos cambios que implicarán y a los que tendremos que adaptarnos lo mejor posible.
En relación a la infancia, los adultos (familias, profesor@s, terapeutas…) nos encontramos con diferentes situaciones, que implican la relación con nuestr@s niñ@s, donde tendremos que COMPRENDER, ACEPTAR Y ADAPTARNOS, para construir una relación sólida y en armonía con nuestr@s peques, y sus necesidades particulares.
Debemos, por tanto, aceptar a nuestr@ hij@ o alumn@, tal y cómo es, dejando de lado nuestras EXPECTATIVAS sobre “cómo nos gustaría que fuera" o “cómo habíamos imaginado que sería", y también nuestras RESISTENCIAS, basadas en “lo que debería ser" según nuestro sistema de creencias.
Se trata de aceptar incondicionalmente a nuestr@s pequeñ@s, con sus dificultades y fortalezas (tod@s tenemos ambas), y con sus particularidades (eso que nos hace únic@s a tod@s), pues de esta manera les reconocemos tal y como son, reconociendo QUIÉNES SON, y desde ahí podremos ayudarles y acompañarles, desde una relación de confianza y aceptación.
Cuando nos resistimos a aceptarlos de esta manera, volcamos sobre ellos nuestras expectativas, dejando de lado quienes y cómo son, lo que les generará una presión y malestar, que puede perjudicarles, en la formación de su identidad y autoconcepto, teniendo consecuencias en su futuro adolescente y adulto.
También es importante, observarnos y aceptarnos a nosotr@s mism@s, identificando nuestras reacciones, emociones, pensamientos, estrategias de afrontamiento ante cada situación, en la relación con nuestr@s peques, y los resultados externos e internos que obtenemos… Debemos hacerlo sin juicios, desde la responsabilidad que tenemos como adultos, sin culpabilidades, pues los adultos no somos perfectos ni tenemos que saber resolver de manera eficiente cada situación que se nos presenta… pero observando y aceptando nuestro proceso personal, podemos aprender, mejorar y avanzar.
Recordad, que tod@s somos PERFECTOS EN LA IMPERFECCIÓN, y todos podemos y debemos aprender y mejorar, pero sin dejar de ser quienes somos, pues no es posible ser la persona que otros imaginan, esperan o sueñan, que seamos.
Laura Blanco. Equipo de Evolutea.