"El mejor legado de un padre a sus hijos es un poco de su tiempo cada día."
Leon Battista Albert
La educación afectivo-sexual
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud “la sexualidad es un aspecto central en las personas a lo largo de toda su vida. Incluye el sexo, las ideas, las identidades, las fantasías, el deseo, las creencias, las actitudes, los valores, las conductas, los roles…, un amplio espectro que da una visión global del ser humano, de la persona, de la propia vivencia”.
De ahí la importancia de proporcionar a los niños y niñas la educación afectivo-sexual que necesitan, que les proporcione las herramientas adecuadas para que puedan conocerse y respetarse tanto a ellos mismos como a todos los que les rodean.
La importancia de hablar sobre sexualidad con nuestros hijos
Puede que a algunos progenitores les resulte un tema incómodo o fuera de lugar, pero es importante comprender que nuestr@s hij@s terminaran informándose por otras vías (incluso sin buscar por sí mismos esa información), que seguramente no sean las más fiables ni adecuadas, por lo que lo más correcto será trabajar y enfocarnos en convertirnos en su fuente de información más fiable, así como en su primera opción para buscar respuestas y aclarar sus dudas.
Además, la relación de confianza entre padres e hijos, se estrecha al poder hablar de sexo y sexualidad con naturalidad, ya desde edades tempranas, lo que no solo enriquece la relación, si no que supone una útil herramienta en el futuro, para poder prevenir y evitar riesgos importantes (abuso sexual, relaciones íntimas perjudiciales, patrones sexuales poco realistas y dañinos…).
Los roles de género
Consideramos que el primer paso es hacernos conscientes de la cantidad de “expectativas sociales" que aplicamos los adultos a nuestros peques, incluso desde antes de conocer el sexo biológico que tendrán (“Las niñas dan menos guerra y son más obedientes”, “Los niños son más brutos, pero más nobles”, “¿Qué prefieres que sea: niño o niña?”, etc.).
Sin embargo, al final lo que queda es la persona que es nuestro peque desde que llega al mundo, pasando por cada momento y etapa, con sus gustos, intereses, inquietudes, sueños, miedos, experiencias… elementos que irán conformando su personalidad y su autoconcepto… y eso es realmente lo que debe primar, dejando a un lado esas expectativas, construcciones y demandas sociales, sobre los roles de género, que pueden acabar coartando en muchos casos, la libre expresión de quienes son estas personitas que tanto nos importan.
Dudas sobre cómo podemos abordar “el tema”
Es natural que surjan dudas sobre cómo, cuándo y qué momento es el adecuado para abordar temas de sexualidad con nuestr@s hij@s. Sin embargo, debemos tener en cuenta que la educación afectivo-sexual no debe limitarse a una conversación puntual, sino más bien a una actitud y un abordaje natural de todos los temas relacionados con el amor, el sexo, el cuerpo, la intimidad, el respeto por uno mismo y por los demás, la sexualidad y las relaciones con otras personas, que se mantenga a lo largo del tiempo.
De todas formas, unas pautas generales a seguir, serían las siguientes:
- Adaptar el mensaje al nivel del lenguaje y comprensión de tu peque.
- Investigar primero qué es lo que sabe, hasta dónde sabe, o qué se imagina o cree que saber…
- Es más importante la forma en que les decimos las cosas (cómo), que lo qué decimos, por lo que debemos evitar enfado o incomodidad al hablar de la sexualidad con ell@s.
- Lo importante e imprescindible es responder siempre a sus preguntas, aclarar sus dudas e inquietudes, para crear ese espacio seguro y de confianza plena, donde poder acudir siempre que lo necesiten.
Por otro lado, puede preocuparnos o hacernos sentir más inseguros “lo qué puedan pensar los demás". Nuestra recomendación es aceptar que no todo el mundo opina ni piensa de la misma manera, o tiene unos valores y principios éticos similares, y tenemos que respetarlo, pero debemos tener claro que esto no implica ni debe impedir que podamos decidir darle y proporcionar a nuestros hij@s la educación sexual que necesitan.
Si se trata de personas cercanas a nuestro círculo más íntimo, podéis exponer vuestras razones por las que decidís educar sexualmente, de forma sana a vuestro peque, pero sin necesidad de entrar en justificaciones.
Por último, la duda más común suele ser el “¿lo estaré haciendo bien?”. Tranquilidad ante todo, ya que no sabrás todo ni tienes porqué saberlo de primeras. Por suerte vivimos en la era de las tecnologías, redes sociales, internet y Amazon, lo que significa, un acceso fácil y rápido a múltiples fuentes de información de profesionales, que “sí son expertos en el tema”, donde podemos informarnos. Y por supuesto en caso de necesitar una ayuda o asesoramiento más específico o urgente, no olvidéis la posibilidad de contactar directamente con un profesional.
Laura Blanco y Rocío Sánchez. Equipo Evolutea.